El motor de la reconversión profesional

Publicado en Autónomos, Relatos, Trabajadores por el 4 abril, 2018 0 Comentarios

Nadie le habría dicho hace apenas cuatro años que hoy estaría trabajando desde su propia casa comprando y vendiendo automóviles de segunda mano. “Sí, a veces pienso que me tocó un pellizco de la Lotería”.

Alexis Talavera Águila, que ahora tiene 45 años, era un operario de una fábrica de piezas mecánicas en la zona industrial de Madrid. Sus principales clientes eran firmas de renombre, como la agrícola John Deere o la aeronáutica Airbus.

“Un día comencé a sentir dolores en la espalda. Me hicieron las pruebas y detectaron dos hernias discales en la zona lumbar, derivadas de mi actividad profesional”, recuerda Alexis, para a continuación remontarse a la primera operación a la que se sometió en la Clínica de La Luz el 1 de marzo de 2013, en la que se le colocaron seis tornillos en sus vértebras.

Pero aquella intervención no tuvo el resultado esperado y el dolor se agudizó durante el año siguiente, como consecuencia de uno de los tornillos implantados. Y aunque se le recomendó una rehabilitación, aquello no fue la solución definitiva. “A través de Ibermutuamur pude pedir una segunda opinión médica con el especialista del Hospital de Murcia, quien me confirmó la probable causa de mi dolencia, lo que me llevó a decidir que tenía que volver a operarme”.

En enero de 2014, Alexis volvía a pasar por el quirófano para solventar el tema y pese a que la situación general mejoró, ya no está en disposición de realizar su actividad laboral habitual, que le exigía inevitables esfuerzos físicos.

“Comencé a ver las cosas muy negras. Ya no me sentía capaz de presentar mi currículum. Y aunque también tenía el carné de conductor de camión y el de celador de hospital, estas actividades exigen esfuerzo físico o pasar horas sentado al volante, cosas que ya no puedo hacer durante largo tiempo. Si antes podía realizar un viaje de Madrid a Sevilla de corrido, ahora me tengo que parar cuatro o cinco veces para estirar las piernas y cambiar de postura”.

“La atención que recibí del equipo médico de Ibermutuamur fue muy buena en todo momento, en especial de la doctora Isis Gómez, de Pinto, con la que todavía mantengo contacto”, asegura, reconociendo que en estas situaciones la percepción que tiene el paciente es que no se le está haciendo todo el caso que necesita.

“Como no veía salida profesional -prosigue diciendo- me dirigí a la trabajadora social Toñi Sánchez para que informase de si había alguna ayuda por parte de Ibermutuamur. Y así, a través de ella, pude incorporarme a dos cursos de reconversión o readaptación profesional, donde aprendí habilidades informáticas que me vinieron muy bien. Fue una forma de no quedarme encerrado en casa y de ver algo de luz en mi situación”.

Reorientación profesional

“Posteriormente, un familiar me animó a que intentase vender coches, ya que él trabajaba en un concesionario y me podía proporcionar algunos vehículos para empezar en el negocio”, rememora.

La trabajadora social le informó también de las ayudas que la Comisión de Prestaciones Especiales de Ibermutuamur podía otorgarle para poder afrontar el autoempleo. “Realicé dos veces la petición, que me fue aceptada a la segunda ocasión tras presentar un plan de negocio, con lo que recibí 15.000 euros de ayuda y pude arrancar esta nueva etapa”, explica.

Nacía así Alex Motor, un negocio que desarrolla en el propio garaje de su casa. Desde que creó la actividad comercial en el pasado mes de mayo ha logrado vender más de treinta coches, a los que lleva a poner a punto antes de ofrecerlos al público. “No es un negocio muy boyante, porque hay mucho pirata en el sector, y además yo no puedo competir en igualdad de condiciones, pero me sirve para sacar una sueldo medio de unos 1.000 euros mensuales, estoy en mi casa y puedo pasar más tiempo con mi mujer y mis dos hijas, aparte de sentirme útil y activo”, reconoce el nuevo trabajador autónomo.

Y aunque sigue haciendo uso de calmantes y relajantes musculares cuando el dolor se recrudece, se lo toma con buena filosofía. “Ya noto cuando va a cambiar el tiempo, como los viejos”, sentencia no sin cierta sorna.

Etiqueta: , , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *