Consejos para mejorar tu sueño
El sueño es un proceso necesario para vivir; afecta a las funciones diarias y a la salud física y mental de la persona. Aunque mientras dormimos no somos conscientes del mundo que nos rodea, el sueño es un estado de gran actividad donde se producen cambios hormonales, metabólicos, bioquímicos y en la actividad mental, que son esenciales para que nuestro cerebro se recupere y funcionemos adecuadamente durante el día.
En este post te damos unos consejos prácticos para mejorar tu sueño, ya que, según los expertos, el 40% de las personas tiene problemas de sueño en alguna etapa de su vida y un importante grupo de la población los padece de forma habitual. En la población trabajadora son muy frecuentes los trastornos del sueño y éstos repercuten en la salud, debido a las enfermedades asociadas, como la hipertensión arterial, los dolores de cabeza continuos, problemas cardiorrespiratorios o la depresión; en la calidad de vida y en el rendimiento de las personas que los padecen.
Además, las consecuencias de los trastornos del sueño están directamente relacionadas con los accidentes de trabajo, de tráfico e incluso domésticos debido a sus manifestaciones clínicas, principalmente el exceso de sueño durante el día y sus efectos en la capacidad de atención, reacción y concentración.
Consejos para mejorar tu sueño
Si tienes problemas para dormir, aquí tiene algunas recomendaciones generales que pueden ayudarte a conseguir una buena noche de descanso:
Cuida el entorno del dormitorio: manejo y adaptación ambiental
- Asegúrate de que tu dormitorio tiene un ambiente confortable para dormir. Evita los ambientes ruidosos, con intensidades superiores a 40 decibelios, los ruidos o vibraciones de baja frecuencia y las temperaturas extremas. La temperatura de la habitación no debe superar los 24ºC ni ser inferior a 18ºC.
- Atenúa la luminosidad de la habitación al máximo o utiliza gafas de tela oscura.
- Evita tener en la habitación fuentes activas eléctricas radiantes como el televisor, ordenadores o pantallas térmicas.
- No veas la televisión en tu habitación.
- Evita el uso de pantallas led 2 horas antes de irte a la cama.
- Evita la presencia de relojes despertadores y objetos ruidosos que te originen ansiedad.
- Cuida el tipo de cama y colchón, que debe ser de consistencia suficiente para que no se deforme con tu peso.
- Evita el exceso de mantas y ropa.
- Duerme con prendas cómodas, que no te molesten y aprieten.
Realiza una moderada cantidad de ejercicio físico durante el día
Establece horarios regulares
- Se constante en las horas de acostarte y levantarte cada día, estés cansado o no. Conservar los horarios permite que regularices tus ritmos biológicos.
- Mantén un ritual de conductas previas al acostarse, como por ejemplo lavarte los dientes, las manos, preparar la ropa para la cama, ponerte el pijama, leer…
- Realiza una actividad relajante que te distraiga de las preocupaciones del día.
- Evita permanecer en la cama si no logras dormir en 15 minutos. Levántate y haz algo que encuentres relajante. Cuando tengas sueño vuelve al dormitorio para dormir.
- No utilices la cama para otras actividades lúdicas como el uso del ordenador portátil, teléfonos móviles y los juegos electrónicos.
- Evita las siestas.
Cuida tus hábitos alimenticios
- Evita las cenas copiosas y espera 2 horas antes de acostarte.
- No te acuestes con hambre.
- Evita las bebidas excitantes y alcohólicas por las tardes.
- Modera la ingestión de líquidos antes de acostarte.
Practica técnicas de relajación
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